Casa Gilardi es una lección magistral del uso de la luz en arquitectura, más allá de un simple recurso intangible, la transforma en un configurador y caracterizador del espacio, generando percepciones, sensaciones y ambientes únicos mediante su interacción con los colores, el control mecánico, filtrado y el propósito de cada uno de los espacios. La luz se transforma en un protagonista silencioso de la arquitectura, que le da forma y vida en un juego de contrastes, donde cada elemento arquitectónico está perfectamente premeditado, convirtiendo la casa en una obra imprescindible de visitar y experimentar personalmente.

